Lo que no proviene de “Fe” es pecado.
La verdadera fe está fundamentada en las Santas Escrituras, no sobre nuestras inferencias u opiniones de tipo personal, de la manera de como vemos tal o cual cosa. Pablo cierra el capítulo magistralmente señalando que “lo que no se sustenta en la fe es pecado”.
- Fe, certeza de lo que se espera.
- Convicción de lo que no se ve. He. 11:1.
- Sin ella no se agrada a Dios. He. 11:6.
- Por ella muchos triunfaron. 1 Jn. 5:4.
- La fe diabólica. Mr. 1:34; Hch. 19:13-18.
- La fe salvadora. Ro.10:8-10; Ef. 3:16-17.
- En Jesucristo. Jn. 3:18; 36, Hch. 8:37; 16:31.
- En su sangre. Hch. 20:28; Ro. 3:25; 1 Pe. 1:19.
- En su redención. Ro. 3:24; Ef. 1:7; Col. 1:14.
- Mantener la fe.
- Lo que se hace en el Señor debe ser con fe. Ef. 6:16.
- Lo que se hace sin fe es pecado. v.23. 1 Co. 15:17; 1 Ti. 5:8; Tit. 1:15.
CONCLUSIÓN
La fe no se basa en probabilidades “Lo creeré, porque es probable que suceda”. La fe nada tiene que ver con las probabilidades. La fe comienza donde éstas terminan y la vista y el sentido fallan. No debemos tomar en cuenta las apariencias.