Un cuerpo en sacrificio vivo.
El sacrificio más verdadero es vivir conforme a la voluntad de Dios, y la más auténtica libertad se encuentra en la dedicación al servicio y el culto a Dios.
- Por las misericordias de Dios: Lam. 3:22.
- Un cuerpo en sacrificio vivo. Ro 6:13;1 Co. 6:19-20.
- Sacrificio de animales inmolados. (muertos). Lv. 7:1-4; Nu.19:1-5; He. 9:13.
- Un sacrificio vivo. Ef. 2:1,5-7; Col. 3:1-4
- Santo. Col.1:21-23; 1 Pe. 1:15,16.
- Agradable a Dios. Sal 51:16-17, 19; Ro 14:17; 18; He. 13:15-16.
- Es un culto racional.
- Racional: lógico, consciente, Mr 12:32-34; 1 Co. 14:15, 16.
- No cualquier culto. 1 Co. 10:19, 20.
- El verdadero culto, el que Dios exige. Jn. 4:20-24
- Que haya una entrega total a Dios. Jos. 24:14-15; Dn 3:17-18; 6:20.
- Una consagración total, de nuestra vida, Sal 100; Apoc. 7:15
- Exteriorizar el agradecimiento, a Dios por lo que ha hecho con nosotros. 1 Co 15:57; 1 Ts 2:13.
- No conforméis a este siglo. (Este mundo, edad).
- Satanás es el dios de este siglo. 2 Co. 4:4.
- Un siglo malo. Gá. 1:4
- Transformados en vuestro entendimiento. 1 Co. 2:16; Ef 1:18;4:23.
- Comprobar la buena voluntad del Señor. E.f 5:17
- Agradable y Perfecta. 1 Ts. 4:3; Ef. 6:5-8.
CONCLUSIÓN
La vitalidad de un cristiano se ve en una nueva vida que se ofrece a Dios y se dedica a cumplir la voluntad de él en todo lo que somos y hacemos, así que, ofrezcamos siempre sacrificios de alabanza al Rey de reyes y Señor de Señores.