Vivir según “la carne o el Espíritu”.
El ser humano está en una de dos posiciones: “en la carne” (“en Adán”), o “en Cristo Jesús”. Los que viven según la carne, piensan y experimentan el resultado de su carnalidad, (muerte espiritual), y los que viven según el Espíritu la vida eterna.
- El que “anda conforme la carne”:
- Creyente débil e inmaduro. 1 Co. 3:1,3.
- Está sujeto a “la muerte”. Ro. 8:2; 7:5.
- Piensa en las cosas de la carne. Ro. 8:5; Ef. 2:3.
- No pueden agradar a Dios Ro. 8:7-9.
- Tendrá muerte: espiritual. Ro. 8:6,13; Ga. 6:8: Ef. 2:1
- No es de Cristo. Ro. 8:9,
- Usa la ley para manifestar su esclavitud al pecado. Ref. Ro. 7:5.
- Existe una sentencia para él. t, 7:22-23.
- La ley del Espíritu ha liberado de la ley del pecado y de la muerte” Ro. 8:2. Para vivir
- “conforme al Espíritu”.
- no bajo la condenación de Dios. 8:]
- con “la ley escrita en el corazón”. Jer. 31:31-34.
- en la“ley” de Cristo. Ga. 6:2, 3.
- La Ley del Espíritu de vida. Ro. 8:2.
- comunica vida. Job 33:4; 2 Co. 3:6; Ga. 6:8.
- produce orden y frutos para vida. Ga. 5:16, 22-23.
- posibilita la vida de santificación. Ga. 5:17-18.
- Permite a los creyentes a través de Cristo.
- vencer la ley. Ro. 8:2, 4.
- agradar al Espíritu. Ro, 8:5, 14; Col. 3:1-3.
- la “libertad de los hijos de Dios”. Ro 8:21:Ga. 4:1,5: 5:13:
CONCLUSIÓN
Los creyentes “en Cristo Jesús”, han dejado su naturaleza pecaminosa y se han dispuesto a vivir conforme a la voluntad de Dios, con el propósito de alcanzar la vida eterna; el Espíritu Santo puede producir una vida santa en esta naturaleza humana débil y pecaminosa.