La eterna lucha del bien y el mal en el creyente.
La lucha interna proviene de una parte del hombre que valora la ley de Dios, y la quiere cumplir; en contraposición está la ley del pecado dominando en su naturaleza por sus imperfecciones.
Entre las posturas carnal-espiritual, existen un continuo conflicto, los que influyen en la conducta como cristianos.
- Pablo habla de:
- desear cumplir la ley. Ro. 7:15, 18, 21.
- deleitarse en la ley. Ro. 7:22.
- de servir la ley “con la mente”. Ro.7:25.
- Escribe que es un hombre de imperfecciones:
- “soy carnal” Ro. 7:14, Fil. 3:12, 13.
- en su humanidad, no predomina el bien. Ro. 7:18- 20.
- en su ser interior desea hacer el bien.
- está de acuerdo con la ley de Dios. Ro. 7:22; Mt. 22:36-40.
- pero en su cuerpo está cautivo a la ley del pecado Ro. 7:23.
- El hijo de Dios, en su conflicto, tiene:
- “la naturaleza divina” 2 Pe. 1:4.
- la naturaleza pecadora. Ga. 5:17.
- Pablo regresa a la fuente de toda bendición. Ro. 7:25; 8:32; 2 Co. 9:15.
- busca salir de sus imperfecciones.
- la solución está en Jesucristo. Ro. 7:24-25.
CONCLUSIÓN
Antes cuando estábamos sin Cristo vivíamos conforme a los deseos de la carne. Los creyentes han sido librados del poder del pecado mediante Jesucristo, pero este conflicto sigue.