La Gloria de Dios.
En su raíz hebraica la palabra “gloria” implica la idea de peso. El peso de un ser, en la existencia, define su importancia, el respeto que inspira, su gloria; también se relaciona “pensar, suponer”, de ahí que su significado primario sea “opinión favorable”; su significado secundario es “reputación, honor” como la consecuencia directa de un reconocimiento. En sentido general la palabra significa: merecimiento o reconocimiento público.
- Se usa para hablar de la presencia de Dios con su pueblo. Ex. 16:7,10; Lv. 9:23; Nm. 14:10.
- Concepto de brillantez para expresar la majestad de Dios. Ex. 19:16-18; 24:17; ls. 60:1-2.
- Solo Dios es digno y honorable. Su brillantez no permite ser visto por la humanidad. Ex. 33:18,20; Is.6:5.
- Sugiere grandeza, poder, majestad, esplendor, santidad. 1Cr. 29:11; Hab. 3:3-5.
- Dios solo puede ser conocido a través de Cristo. Jer. 1:14; Mt. 17:2; He. 1:3.
- Personas bíblicas que han presenciado la gloria de Dios:
- Moisés en una columna de nube y de fuego. Ex. 13:21; 34:29.
- Ezequiel en el templo de Dios. Ez. 10:4.
- Los pastores de Belén, en el nacimiento de Jesús. Lc. 2:9.
- Los discípulos en la transfiguración de Cristo. Mt. 17:2.
- Protomártir Esteban en su martirio. Hch. 7:55.
- En la eternidad el pueblo de Dios, será partícipe de esa “gloria”. Is. 35:2; Ro. 8:18; 2 Ts. 2:14.
- Compartir la “gloria” de Dios, es ser hecho conforme a la “imagen de Cristo”. Ro. 8:29-30; Fil. 3:21.
CONCLUSIÓN
La expresión “la gloria de Dios”, designa a Dios mismo, en Cuanto se revela en su majestad, su poder, el resplandor de su santidad. Es epifánica; en ese contexto se encuentra la “Shekinah”, una palabra hebrea, que significa “morada” (de Dios), empleada para describir una visible manifestación de la presencia y la gloria de Dios.