Ananías y Safira (II).

Lectura Bíblica: Hechos 5:1-11. 
Texto Bíblico: Proverbios 15:3. 
Himnos: 433 – 265.
Lucas no da detalle, sino presenta el hecho: lo que destaca, es la intención. Cuando Ananías llega donde los apóstoles y les entrega el dinero, tal como Bernabé lo había hecho anteriormente, la comunidad en forma audible o silenciosa lo alaba y lo pone al mismo nivel de Bernabé, aún cuando los creyentes no se percatan de lo que está pasando, Pedro percibe la obra de Satanás, actuando en el corazón de Ananías y Safira.
  1. Castigando el engaño. Ref. Hch. 5:5-10.
    1. Al ser descubierto el engaño, trae la muerte. Ref. Hch. 5:5.
    2. La complicidad al engaño, trae el mismo castigo. Ref. Hch. 5:7-10.
    3. Retener más de lo que es justo, es pobreza. Ref. Pr. 11:24.
    4. El que no escucha el clamor del pobre, no será escuchado. Ref. Pr. 21:13.
    5. Los ojos insensibles, tendrán muchas aflicciones. Ref. Pr. 28:27.
    6. Los engañadores van de mal en peor. Ref. 2 Ti. 3:13.
    7. No podemos escapar al castigo del pecado. Ref. Ro. 6:23; 1 Ti. 5:6; 6:9.
    8. Toda transgresión o desobediencia recibirá justa retribución. Ref. He. 2:2.
  2. Debemos aprender a confiar en Dios.
    1. Buscando el reino de Dios y su justicia. Ref. Mt. 6:33.
    2. Renunciando a los bienes terrenales. Ref. Lc. 18:29-30.
    3. No agradarnos a nosotros mismos. Ref. Ro. 15:1.
  3. El temor divino. Ref. Hch. 5:11.
    1. Guardar sus mandamientos Ec. 12:13.
    2. Santificar a Dios. Ref. Is. 8:13.
    3. Es vivir en el Espíritu. Ref. Ro. 8:13.
    4. Es sacrificar las pasiones y los deseos. Ref. Gá. 5:24.
    5. Es renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos. Ref. Tit. 2:12-13.
    6. Conducirnos en temor todo el tiempo. Ref. 1 Pe. 1:17.

CONCLUSIÓN

El engaño desagrada a Dios mientras que la honestidad y la sinceridad traen su bendición. Debemos desalojar todo atisbo de hipocresía y servir a Dios con sinceridad y honestidad. Nunca debemos asumir la actitud presuntuosa de Ananías y Safira. Debemos conducirnos en el camino de nuestra peregrinación con todo el temor delante de Dios.