Apología de Pedro por Jesucristo.

Lectura Bíblica: Hechos 3:12-16. 
Texto Bíblico: Hebreos 12:2. 
Himnos: 12 – 329.
Hay varios elementos comunes entre el sermón de Pedro en Pentecostés y su sermón en el Pórtico de Salomón. En este segundo discurso de Pedro podemos distinguir dos partes principales: una, de carácter apologético, en defensa de la obra y poder de Jesucristo y otra, de carácter parenético, exhortando y amonestando a sus oyentes al arrepentimiento y a la fe en Jesús, si quieren tener parte en las bendiciones mesiánicas.
  1. Jesús enseñó en el pórtico de Salomón, un lugar preferido para las reuniones públicas. Ref. Jn. 10:23.
  2. El contraste entre el primer sermón y el segundo:
    1. En el primero la gente se mofaba. Ref. Hch. 2:13.
    2. En el segundo la gente estaba atónita y expectante. Ref. Hch. 3:11.
  3. El hombre por sí solo no tiene ningún poder. Ref. Hch. 3:12.
  4. Apología en Jesucristo. Ref. Hch. 3:12-16.
    1. Jesús es glorificado por Dios a pesar del repudio del “pueblo de Dios”. Ref. Hch. 3:13.
    2. Jesús es proclamado abiertamente como el Cristo, con los títulos del Mesías de la profecía: “Santo y justo”, “Autor de la vida”. Ref. Hch. 3:14-15, 18.
    3. Jesús es “santo”.
      1. reconocido por un espíritu inmundo. Ref. Mr. 1:24.
      2. Juan lo vuelve a reafirmar. Ref. 1 Jn. 2:20.
      3. Jesús glorificado lo afirma en su mensaje a la iglesia de Filadelfia. Ref. Ap. 3:7.
    4. Jesús es “justo”:
      1. Había sido afirmado por los profetas. Ref. Hch. 7:52; Zac. 9:9; 2 Sa. 23:3; Is. 32:1; 53:11.
      2. Juan lo reafirma. Ref. 1 Jn. 2:1.
    5. Jesús no solo es “autor de la vida”:
      1. sino de la “salvación”. Ref. He. 2:10.
      2. la misma palabra “autor”, se traduce como “Principe”. Ref. Hch. 5:31.
      3. “autor y consumador de nuestra fe”. Ref. He. 12.2.
    6. Dios ha resucitado a Jesús. Ref. Hch. 3:15b.
    7. Es por el nombre (persona) de Jesús, que el cojo es curado. Ref. Hch. 3:16.
    8. Dios ha cumplido lo que había anunciado por los profetas. Ref. Is. 52:13; 53:10-12; Hch. 3:24.

CONCLUSIÓN

Pedro aparta la atención del pueblo, del hombre que había sido sanado y de los mismos apóstoles, y los lleva al verdadero autor del milagro, Jesús, aquel a quien ellos habían rechazado, negado y dado muerte. Dios lo había resucitado, glorificado en el cielo, y ahora por la fe en su nombre, aquel hombre que ellos conocían había sido sanado.

La fe en su nombre, significa fe en Cristo, no debemos centrarnos en los milagros o sanidades que pueden hacerse en nombre de Jesús, sino mantener una verdadera fe en Cristo.