El Espíritu Santo es la promesa del Padre.
Uno de los aspectos del ministerio de Jesús en la tierra, consistió la proclamación de la promesa del Espíritu Santo para los creyentes; Jesus sabía que el hombre necesitaba un poder sobrenatural, poder de Dios.
- Promesa del Padre en el Antiguo Testamento. Ref. Ez. 11:19-20; Joel 2:28-32.
- Esta promesa, fue anunciada por los profetas del A.T. Ref. Is. 32:15; 44:3; 59:21; Ez. 39:29.
- Testificada por Juan el Bautista. Ref. Lc. 3:16; Mt. 3:11.
- Nuestro Señor Jesucristo lo prometió. Ref. Jn. 16:7; Lc. 24:49.
- Jesús da instrucciones para recibirla:
- En respuesta a la oración. Ref. Lc. 11:13.
- Creer en Él. Ref. Jn. 7:38-39.
- Por intercesión de Él. Ref. Jn. 14:16.
- Es para todos. Ref. Hch. 2:39; Ap. 22:17b. “Y el que tiene sed…”
CONCLUSIÓN
El Espíritu Santo es la presencia misma de Dios y promete darlo al creyente para que experimente su poder y gracia.
Éste debe centrar su vida en Jesucristo para recibir la promesa del Padre.