La elección de Dios.
“Todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente”. Con estas palabras Jehová hizo la promesa a Abraham, a su hijo Isaac y a Jacob, (Israel). Miles de años después parecía que esta promesa había sido frustrada. La simiente había venido, y los descendientes de Israel, la rechazaron.
- ¿Ha fallado la palabra de Dios? No.
- Interpretación errada de la palabra. Hch. 7:38; 2 Co.2:17; Jn. 10:35.
- Los israelitas pensaban, que serían los herederos. Gé. 15:5; Sal. 25:13.
- Dios es fiel a su palabra. Dt.7:9 :1 Co.1:9.
- No todos los descendientes de Israel son Israelitas. v.6
- La raza no les aseguraba nada. Ro.11:7-8.
- Hay israelitas que no lo son. Ro 9:6.
- La bendición de Dios trasciende la nacionalidad. Ro.2:17,28-29; Hch. 10:34-35.
- Promesa en Isaac te será llamada la descendencia. Ge.21:12; He.11:18.
- La palabra de la promesa.
- Sara tendrá un hijo. Isaac.v.9; Gé.18:10.
- Rebeca a Jacob y Esaú.v.10; Gé.25:19-26.
- El mayor servirá al menor. Ro 9:11-12.
- A Jacob amé y a Esaú aborrecí.v.13; Mal.1:2-3 5.
- Los Hijos de Dios son los descendientes espirituales de Israel. Lc. 3:8; Jn 1:12; Gá. 3:7-8.
CONCLUSIÓN
Las Escrituras son muy claras al mostrar que de entre todas las naciones, Dios eligió a Israel como la nación con la cual Él trabajaría. Ésta fue la que Dios libertó de la esclavitud en Egipto, y le dio la tierra de Canaán, la nación a través de la cual vendría Jesús, el Mesías.