El viejo hombre.
Nuestro “viejo hombre” se refiere a la persona que éramos antes de experimentar la justificación. Nuestra vieja naturaleza fue crucificada con Cristo para que perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado.
El viejo hombre:
- ¿Quién es? Pablo habla en dos sentidos diferentes.
- de creyentes “carnales”. 1 Co. 3:1-4.
- de los inconversos como “carnales”. Ro. 8:4-8.
- Describe la condición antes de la justificación. Ro. 6:6.
- Utiliza la expresión “despojaos del viejo hombre”, para alcanzar la santificación. Ef. 4:22; Col 3:9.
- ¿Cómo murió? Fue crucificado juntamente con Cristo. Ro. 6:64.
- ¿Para qué lo crucificó Dios? Para (que)
- “el cuerpo de pecado sea destruido”.
- “no servir más al pecado”.
- “ser justificado del pecado”. Ref. 6:6-7.
- Han pasado del reinado de(l)
- pecado y la muerte, al de justicia y vida. Ro. 5:21.
- pecado, al de Dios y su justicia. Ro. 6:6, 7-22.
- poder de la Ley, a la gracia. Ro. 6:14, 15.
- régimen “viejo de la letra”, al “nuevo del Espíritu”. Ro. 7:6.
- la Ley, que mata, al del Espíritu que da vida. Ro. 8:2.
CONCLUSIÓN
El resultado de nuestra crucifixión con Cristo fue que el cuerpo ya no es un instrumento para pecar, ni esclavos del pecado. Pablo clarifica la nueva posición del justificado que trae consigo la santificación.