Principios divinos para el juicio del hombre.
El apóstol Pablo hace un contraste entre el juicio de los hombres “buenos” aquellos que piensan que son mejores que otros, y el juicio de Dios. Pablo demuestra que el juicio de Dios es justo.
- Hay personas que se consideran correctas y condenan a otros. Ro. 2:1, 3.
- Serán juzgadas según sus propias acciones. Ro. 2:2, 6.
- Dios, espera que se arrepientan. Ro. 2:4.
- Sus corazones están endurecidos. Ro. 2:5
- El juicio de Dios será (n):
- Juzgados judíos y gentiles, sin acepción de personas. Ro. 2:7-11.
- Los judíos juzgados según la Ley y los gentiles por sus conciencias. Ro. 2:12-16.
- “Según verdad”. Ro. 2:2. La misma posición tiene Jesucristo. Ref. Mt. 5:21-22.
- Dios pagará según las obras. Ga. 6:7-8; Ap. 20:12.
- Según la obediencia y cumplimiento de la Palabra. Mt. 7:21; Stgo. 1:22-25.
- Comenzará por la casa de Dios. 1 Pe. 4:17.
- Alcanza los secretos del corazón. Ec. 11:9; Lc. 8:17
- Características del juicio de Dios: Ha sido establecido. He. 9:27.
- Del hombre “que se justifica como bueno” es condenado. Ro. 2:1, 3.
- El juicio de Dios reivindicado. Ro. 2:2
- Un juicio justo.
- Dios da tiempo para el arrepentimiento. Ro. 2:4.
- Habrá recompensas y castigos. Ro. 2:7-10.
- Juicio para los que tienen la Ley y los que no la tienen.
- Será universal.
- Será hecho por Cristo. Ro. 2:9-16.
CONCLUSIÓN
Pablo establece la justicia del juicio de Dios sobre tales personas. El juicio es el proceso por el cual Dios pide cuentas al pecador de su conducta y en consecuencia su destino.