El origen de la simonia.

Lectura Bíblica: Hechos 8:18-24. 
Texto Bíblico: S. Mateo 7:21. 
Himnos: 337 – 377.
La palabra simonía tiene su origen en el pecado cometido por Simón Mago, que quiso comprar con dinero a los apóstoles la potestad de comunicar a los demás el Espíritu Santo. Se define de la siguiente forma: La intención deliberada de comprar o vender por un precio temporal una cosa intrínsecamente espiritual o una cosa temporal inseparablemente unida a una espiritual.
  1. La práctica de la magia era prohibida por la Ley de Moisés. Ref. Dt. 18:10, 11. Simón, como samaritano la conocía.
  2. Simón, practicaba la magia, con cierto renombre, engañaba. Ref. Hch. 8:9-11.
  3. Simón había creído, y estaba atónito por los milagros de Felipe. Ref. Hch. 8:13.
  4. No todos dentro de las congregaciones son convertidos:
    1. Algunos simples religiosos ritualistas. Ref. Mt. 7:21-23.
    2. Algunos actúan con hipocresía. Ref. Mt. 7:5-6.
    3. Otros actúan con falsas profesiones de fe. Ref. Tit. 1:16.
  5. Ofreció comprar el don del Espíritu Santo. Ref. Hch. 8:18-19.
  6. La respuesta de Pedro. Ref. Hch. 8:20-21.
  7. El camino para el perdón y advertencia. Ref. Hch. 8:22-23; He. 12:15.
  8. La petición de Simón. Ref. Hch. 8:24.
  9. La enseñanza de Jesús al respecto. Ref. Mt. 10:8; Is. 55:1.
  10. El contraste de los siervos de Dios y Simón el mago:
    1. El obrero es digno de su salario. Ref. Lc. 10:7.
    2. Quienes proclaman el evangelio deben recibir adecuada remuneración. Ref. 1 Co. 9:4.
    3. Pablo trabajaba para satisfacer sus necesidades. Ref. Hch. 20:32-33; 1 Co. 9:18.
    4. Pedro, recomienda no abusar de la grey de Dios. Ref. 1 Pe. 5:2.

CONCLUSIÓN

Simón ofendió a Dios al poner el Espíritu Santo al mismo nivel de sus trucos mágicos. Este espíritu opera en personas que comprar puestos religiosos por dinero, influencia o chantaje. Simón piensa que ha de obtener beneficios espirituales a través de una actitud comercial y por eso escucha que Pedro pronunciara una maldición en contra suya.

Debemos tener cuidado de no buscar beneficios comerciales de los dones con lo cual Dios nos ha capacitado a través del Espíritu Santo.