El Cuerpo de Varones de nuestra Iglesia, nace con el profundo deseo de servir a Dios y cumplir con la responsabilidad que Él nos ha dado en nuestras familias.
La palabra de Dios nos enseña que somos sus sacerdotes, llamados a demostrar con nuestra vida y conducta, que sí es posible edificar y crecer espiritualmente en nuestros hogares como asimismo en nuestra iglesia.
Buscamos la confraternidad a través de diferentes actividades, creando lazos de amistad y canales de comunicación mediante los que podamos motivar a otros a servir a Dios y llevar las buenas noticias de salvación a los que aún no conocen a Cristo.
“Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.” 1Co. 16:13.