En el segundo libro de Crónicas, en el capítulo 5, encontramos un relato acerca del día en que Salomón, habiendo finalizado la obra del Templo, trasladó el arca del pacto para que permaneciese allí. Nos cuenta que los sacerdotes celebraron tocando diferentes instrumentos musicales y la gloria de Jehová llenó su casa.
Otro conocido pasaje nos cuenta que cuando David tocaba el arpa para alabar a Dios, en presencia de Saúl, traía descanso al rey del espíritu malo que lo atormentaba.
El Coro Instrumental de nuestra iglesia tiene como objetivo, invitarnos a la adoración a nuestro Dios a través de la alabanza acompañando los cantos con diferentes instrumentos musicales.
El el Salmo 150, encontramos la siguiente hermosa invitación:
Alabad a Dios en su santuario;
Alabadle en la magnificencia de su firmamento.
Alabadle por sus proezas;
Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.
Alabadle a son de bocina;
Alabadle con salterio y arpa.
Alabadle con pandero y danza;
Alabadle con cuerdas y flautas.
Alabadle con címbalos resonantes;
Alabadle con címbalos de júbilo.
Todo lo que respira alabe a JAH.
Aleluya.
